LA MANANTERA VISITA EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS

Sábado 24 de octubre, ocho de la mañana, unos intrépidos excursionistas nos dirigimos a la provincia de Soria para ver El Cañón del río Lobos. Un autocar entusiasmado, todavía no se esperaba el impacto y el raudal de acontecimientos culturales, naturales y humanos que íbamos a vivir durante ese día.

 El viaje en sí, se hizo rapidísimo y casi ni nos dimos cuenta, debido al ambiente tan familiar y distendido creado en él. Nos acompañaron miembros de la Junta directiva de la Casa de Córdoba. Machaquito, vino dulce, pestiños, galletas, canciones de excursión, chistes improvisados, en fin que como el que no quiere la cosa nos plantamos en San Esteban de Gormaz, sin darnos cuenta. Este es el pueblo del juglar al que se le atribuye una las obras más importantes de la literatura española, “El Cantar de Mío Cid”. 

Paramos en el antiguo Convento de San Francisco, donde hoy se eleva la Posada del Convento de San Esteban. Rehabilitado recientemente donde se ha conjugado a la perfección piedra y madera con notas de diseño. Pues bien, en el claustro nos esperaba un desayuno buffet, que nos dejó bien colmados, sobre todo con sus famosos torreznos. 

Con el estómago bien repleto, salimos dirección al “Cañón del río Lobos”. Para vuestra información es un profundo cañón calizo formado por una antigua e intensa erosión fluvial del río Lobos que recorre más de 25 kilómetros. Declarado parque natural y Zona de Protección de Aves en 1985.

¡Qué maravilla! Una vez que el autobús nos dejó, emprendimos una brutal caminata disfrutando del paisaje y embelesados por la belleza del lugar. Destaco la presencia bajo la falda del cañón, de la Ermita de San Bartolomé, antigua Iglesia de San Juan de Otero, ahora dedicada a San Bartolomé, construida en el primer cuarto del siglo XIII, cuando el estilo románico daba paso al gótico, transición que quedó plasmada en la obra arquitectónica. Formaba parte de un cenobio templario del que sólo se conserva la capilla.

Nos hicimos fotografías en el Marco, que se encontraba en la entrada a una gruta natural. Subimos y bajamos por senderos bien señalados y muy cuidados. Respiramos aire puro y a las dos en punto, en el merendero del Río Lobos, donde dimos buena cuenta de un costillar que reparó los desgastes de tan brutal recorrido.

A las 5 de la tarde llegamos, ya de vuelta, a un pueblo que nos sorprendió por su belleza y misterio “El Burgo de Osma”, municipio y localidad de la provincia de Soria, cabecera del partido judicial de El Burgo de Osma, comunidad autónoma de Castilla y León, España.  Ciudad de Osma es el núcleo histórico alto medieval, mientras que El Burgo de Osma es la villa aledaña, declarada Villa de Interés Turístico en 1962 y Conjunto Histórico-Artístico en 1993. Es centro comarcal de servicios de la comarca de Tierras del Burgo. Recorrimos la Calle Mayor y sus medievales calles aledañas y llegamos a la Plaza Mayor, no sin antes entrar por las murallas de la antigua ciudad, en la que destaca una joya arquitectónica, la Catedral de  Santa María de la Asunción.

Y así, todavía impactados por la belleza de lo vivido en este día que nos preparó nuestro presidente Carlos Antonio Martín Luna y Pilar Gañan, a los que les damos las gracias por el trabajo de preparación y sobre todo lo buenos cicerones que fueron en todo el recorrido. Todavía tuvimos fuerzas para cantar las canciones de nuestro pueblo y de nuestra Córdoba en el camino de vuelta, que gracias a la protección de nuestro Nazareno de la Puente llegamos a buen puerto, aunque molidos por lo denso del gran día de excursión. Os recomiendo que para la próxima, no os la perdáis.

Pincha aquí para acceder al álbum fotográfico

Cronista: Carlos Mora

Fotografías: Carlos A. Martín Luna y José Hervías