Probablemente
sea ésta la ocasión en que hemos
celebrado un Jueves Lardero más pronto.
Y no me refiero a la hora del día, no. Me refiero a que probablemente no
hayamos celebrado ninguno en el mes de enero, pues esta vez ha sido el 26 de
ese mes cuando fuimos convocados por la Asociación Manantera para tal acto. Y
es que teníamos todavía la bandeja de los turrones y mazapanes sin terminar y
danzando por cocinas y cuartos de estar cuando se nos propuso este acto,
motivada su fecha por la concatenación de circunstancias que no permitían
hacerlo en otro plazo. El caso es que fuimos emplazados y allí estuvimos y de lo que uno,
particularmente, se alegra y mucho. Y decir que el sentir de la mayoría era de
auténtica expectación no sería exagerar un ápice, pues desde el nombramiento
como pregonero del Jueves Lardero de nuestro amigo y hermano JOSE MANUEL
DELGADO ORTIZ todos sabíamos que íbamos a pasar unos de esos ratos que se
quedan contigo para siempre, que dejan su impronta, que son inmovilizados en tu
memoria y, sobre todo, en tu corazón. Y no fuimos defraudados.
A las 21 horas dio comienzo el Pregón con las
palabras de bienvenida de nuestro Presidente Carlos Mora que manifestó su
satisfacción por tener en el atril a nuestro hermano José Manuel. Dio a continuación
la palabra a Lucas Ramírez Cobo como presentador del Pregonero. Lucas nos
exteriorizó todo el cariño que tiene a su hermano de la Corporación “El
Pentateuco” y hermano político, pues José Manuel es hermano de su esposa, nuestra
entrañable Paqui Delgado. Y lo hizo en los siguientes términos: José
Manuel Delgado Ortiz, “el Caponcillo”, nace en el seno de una familia pontana y
manantera, (a la que yo considero mi familia), en el mes de Julio del 1968. Es
el tercero de cuatro hermanos y el único varón. Empujado por el sentir
manantero de su padre Manuel Delgado, el Capón, ya desde muy jovencillo comenzaba su andadura
manantera, junto a un grupo de amigos,
todos ellos chavales, ilusionados, alegres y dispuestos, sus primeras
cuarteleras, y ,como todos los jóvenes, con la humildad y la ilusión de poner en
práctica todo lo que habían estado aprendiendo de sus padres. Cuarteles humildes donde con sus papelones,
refrescos y ¡alguna que otra uvita!, empezaban
a disfrutar y con el paso de los años a creerse que él también era ya parte de
la Mananta.
Pertenece a la Corporación Bíblica “El
Pentateuco” en la que es un “alma mater” del grupo: siempre dispuesto, figuras,
mantenimiento, comidas, porque él en el grupo disfruta, y cuando por su
garganta comienzan a aflorar las oraciones como el solo sabe rezar, hasta las
paredes rezuman lágrimas de alegría de sentimientos fraternales.
A continuación Lucas nos describió el curriculum
manantero de nuestro hermano José Manuel, señalando los veintidós años que ha
profesado como costalero de la Santa Cena y nos enumeró las Cofradías a las que
pertenece: Es un hermano querido y respetado en el ámbito manantero, no solo en su
corporación, si no en las Cofradías a las que pertenece: El Santo Sepulcro y la
Virgen de las Lágrimas, La Sana Cena y la Virgen del Amor, La Virgen de la
Guía, de la cuál es bastonero, Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Y añadió, para
finalmente darle la palabra: ¡Qué lujo hermano! No el tuyo por pronunciar
este pregón, sino el nuestro por tenerte hoy aquí, para que nos hables de tus
experiencias y sentimientos mananteros. Sabemos que lo vas a hacer bien, muy bien,
porque sé que lo harás con el corazón. Y el corazón siempre habla al corazón,
la lengua sólo habla a los oídos; y porque Jesús de la Cena, el que te vio dar tus primeros pasos con el
costal, está hoy contigo más que nunca.
Y fue entonces
el momento. Los que tenemos la suerte de disfrutar la vida engalanada con la
amistad de José Manuel sabemos del sentimiento manantero que impregna todo lo
que hace. Y por eso sabíamos que empezaba un pregón que, despojado de innecesarias
alharacas poéticas, estaría, como así fue, centrado en lo que un corazón
manantero vive y siente cada vez que habla de su Semana Santa; que iba a
fijarnos lo que verdaderamente importa al hablar de Puente Genil y su Semana
Mayor. Y sabíamos que la naturalidad que impregna la forma de ser de nuestro
hermano empaparía un discurso que íbamos a recordar por siempre.
Y comenzó diciendo cuáles eran sus intenciones: A través de este
pregón me gustaría transmitiros no sólo lo que se siente en las horas previas
al comienzo de la Cuaresma sino también como me he forjado como Manantero
siguiendo el traspaso de las tradiciones y como este legado de emociones,
sentimientos, tradiciones se han ido pasando hacía nuestros jóvenes.
José Manuel
nos definió claramente lo que es un Jueves Lardero en nuestro pueblo: Desde la madrugada anterior, los cohetes y sus ecos, se
llaman y replican, de cuartel a cuartel. Todo está preparado. ¡Llamada
manantera! El primer tañer de la Campanita delante de la muchedumbre
entremezclándose, intensa y dulcemente, entre las músicos romaniles hacia la
Plaza de la Mananta, noche de cohetes, música y saetas, es el oportuno
preámbulo de estos tiempos cuaresmales, en los que: “Entre quinarios,
sermones y letanías, pasamos en la gloria cuarenta días”.
Quiero
destacar de entre los mensajes transmitidos esa noche por nuestro pregonero uno
acerca de lo que es, para un hermano de corporación, sentarse en la mesa de un
cuartel hoy que las viandas y caldos parecen competir con los mejores
restaurantes: lo que se produce en esos instantes es una
operación a corazón abierto. No hay hombres a tu lado, sólo corazones que laten
al compás de un mismo amor, de una misma sinceridad y de una misma entrega.
Sólo el que ha tenido la suerte, pontanés o forastero, de haber asistido a esta
especie de Eucaristía, puede entenderla. (…) Y cada corazón dice lo que tiene
que decir, sabiendo que los demás entienden lo que tienen que entender. No hay
sentimiento que no acabe expuesto en esa bendita mesa, ni sinsabor que no sea
consolado y compartido. Y das gracias a nuestro Padre Jesús Nazareno, por ser
tan afortunado de poder compartir un año
más del espíritu manantero que emana de cada corazón hasta unirse en uno solo.
Ante su figura
predilecta, Números, y un selecto grupo
de hermanos de “El Pentateuco” que le acompañaban, José Manuel fue desgranando
con la gracia y naturalidad que le caracterizan sus orígenes mananteros basados
en el aprendizaje desde su mismo hogar y en el cuartel de su padre, don Manuel
Delgado, “La Virtudes Morales” donde dio sus primeros pasos vestido de
“Mansedumbre” para así portar la paloma que esta figura procesiona como
martirio. Y nos contó de aquellos primeros grupos de jóvenes que iban de casa
en casa, de cochera en cochera, aprendiendo desde la base la vida en los
cuarteles.
Y pregonó también de su experiencia como costalero de la
Santa Cena. Veintidós años son los que ha estado ayudando con su corazón a que
su cofradía realice su estación de penitencia. Hoy los problemas de salud le
han apartado, tal vez temporalmente, de su trabajadera.
Y nos habló de
su Grupo, de su Pentateuco al que pertenece desde el Día de la Cruz de 1988 y
del que ha llegado a ser Presidente.
Y nos transmitió
lo que para él da sentido a todo esto: ¡de su familia!, y fue desgranando, uno
a uno, los sentimientos que le conmueven con cada miembro de su linaje que
estaban allí presentes. Fue un momento verdaderamente enternecedor que hizo
aflorar en todos los que asistíamos sensaciones muy conmovedoras, acompañadas
en algunos casos de lagrimas de emoción.
A continuación
nuestro pregonero comentó que el año
2013 será un año inolvidable para él pues se han conjugado en su persona unos
eventos que solo suceden una vez en la vida: ser pregonero del Jueves Lardero,
medalla de oro de su Corporación por sus veinticinco años de permanencia en la
misma y ser Hermano Mayor de la Santa Cena.
Terminó
su emotivo pregón dando las gracias a todos los que le han ayudado a ser lo que
hoy es, especialmente a sus hermanas Olga, Paqui y Mari Loli; a su cuñado y
hermano Lucas y, sobre todo, a su esposa Encarni: Pero
Tú, ¡Nazareno¡ has permitido
que yo tenga más suerte. Tú sólo tuviste un Cirineo, y yo he tenido tantos
Cirineos, que hoy, aturdido y abrumado, dejo público testimonio en esta Casas de Córdoba y ante la Asociación
Manantera de la ayuda recibida, a través de este Pregón de Jueves Lardero..
Un cariñoso y
encendido aplauso dijo de manera explícita el magnífico sabor de boca que nos
había dejado este memorable pregón de nuestro hermano José Manuel. A
continuación, Carlos Mora le agradeció su presencia en Madrid para hacernos tan
generoso y emotivo discurso y lo refrendó con la entrega de una metopa que dirá
a todo el que la vea que José Manuel Delgado Ortiz fue el Pregonero del Jueves Lardero
de 2013, año en que fue Hermano Mayor de la Santa Cena.
Con
posterioridad convertimos el Salón Mezquita de la Casa de Córdoba en cuartel y
entre saetas, saetas cuarteleras y canciones de nuestro pueblo disfrutamos de
una entrañable cena de hermandad en la que no faltaron las rabanillas, el
tocino, el buen vino. Al finalizar esta cena, la Asociación manantera hizo
entrega de un ramo de flores a la esposa del Pregonero y le pidió a ambos que
colocaran a nuestra Vieja Cuaresmera las siete pata que nos indicarán cada una
de las subidas de romanos a la Ermita de Nuestro Patrón. Cerró el acto nuestro
presidente Carlos Mora dando la gracias a todos por la asistencia a tan cordial
y emotivo acto, emplazándonos a cada uno de los actos que esta
cuaresma de
nuestro Trigésimo Aniversario nos tiene reservados.
Manuel Ángel Borrego
Gracias a la familia Delgado Ortiz por su labor de pregonar las excelencias de nuestro pueblo en nuestros pregones. Gracias José Manuel por tu disposición, tu cercanía, tu sinceridad, tu humildad que como buen hombre manantero sabes llevar a gala. Disfrutamos de ti y de tu familia y de todos los sentimientos que derrochaste en esa noche de ensueño que fue el Jueves Lardero. Que nuestro Padre de la Cena te bendiga y disfrutes de tu mayor fraternidad en la que nosotros participaremos acompañándote.
ResponderEliminarJose, quiero felicitarte en mi nombre y también el de Puri, por los momentos que nos hiciste pasar en tu pregón, lleno de sentimiento manantero, que llegó a nuestros corazones de la misma forma que cuando interpretas esas saetas que se convierte en oración al Terrible, y que solo tú, sabes hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo:
Jorge y Puri
Gracias, por tu pregón lleno de cariño y emotividad, que nos transporto una vez mas a nuestro añorado pueblo, enhora buena Jose Manuel, y esperamos poder seguir escuchando tus saetas muchos años
ResponderEliminarQue bonito pregón distes de Jueves Lardero ,nos hicistes recordar tantos momentos vividos, bueno que mas que nuestros parecian de nuestros hijos porque estaban con tanta emocion que no pararon de llorar en todo el pregon y sobre todo mi sobri David con lo sentimental que es. Aquello parecia un duelo.Hermano un año completo Pregonero,Hemano Mayor de tu Santa Cena y Medalla de Oro de tu Pentateuco.Solo te deseo que el lunes Santo pasees ha tu paso por nuestras calles como se lo merece por Ti y por nuestro Pueblo,te quiero mucha suerte
ResponderEliminarPerdonarme por no haber podido comentar en el Blog de la manantera.Os doy las gracias por haber sido el pregonero del jueves lardero en madrid,pregón lleno de sentimientos por mis vivencias mananteras. Y que sepáis que teneis un hermano que os quiere aunque la distancia nos separe, dar las gracias a los hermano/as que estuvisteis en el pregón
ResponderEliminarOSQUIERO