En casi todas las ocasiones que brindamos en nuestros cuarteles de Semana Santa solemos hacerlo diciendo aquello de: “Por los que queriendo venir, no han podido… y por los que pudiendo venir, no han querido” haciendo referencia fundamentalmente al buen rato que se disfruta cuando los hermanos de una cofradía, hermandad o corporación aúnan sus sentimientos en su casa y se añora a los hermanos ausentes.
Permitidme que en esta ocasión lo diga, de forma acentuada, porque los que no pudieron asistir al Pregón dado el pasado sábado en Madrid, se han perdido uno de los momentos más sublimes de los que la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid ha celebrado. Todos los pregones que se han dado en Madrid, todos, han dejado una huella imborrable en nuestros corazones, pero el disfrutado la noche de “Diablo Mudo” en la iglesia de los Hermanos Franciscanos Capuchinos de El Pardo dejará en todos nosotros, y no me equivoco si digo que especialmente en los que hemos tenido el honor de pasar por el mismo atril, una impronta definitiva, una huella imborrable por tantas y tantas razones de vida que su autor nos regaló esa noche.
Nuestro pregonero, Pedro González Martos, es un hombre, como él mismo se define: “pontanés de condición, nacimiento y naturaleza”. Pero mejor que cualquiera de nosotros, quien bien conoce a Pedro González es su presentador en esa noche, Alfonso Morales, hermano de corporación y cofradía, amén de hermano político, y que dijo refiriéndose al pregonero: “Desde lo personal (…) siempre atento y cariñoso, servicial, cumplidor. Permanentemente dispuesto a escuchar y a ofrecer lo mejor de sí mismo por ver y sentir a todos cuantos quiere y aprecia satisfechos y felices… Ese es el hombre que ha llegado a nosotros y que hoy conocemos. Nacido en el seno de una familia emigrada a nuestro pueblo desde la campiña jienense. (…) En lo manantero (…) todavía recuerda con cariño su pertenencia, con tan solo trece años, al cuartel “Los Doce Hijos de Jacob”, los arroces que su padre orgulloso les hacía o los innumerables guisos que su madre, igualmente, les preparaba, así como los amigos que de aquella época aún conserva.(…) Ingresa, con diecisiete años en la corporación “La Salvación de Jonás” (La Ballena), formada mayoritariamente por muchos deseos bastoneros de la Esperanza. Con ellos afianzará su cariño a la Semana Santa y profundizará en vivencias y experiencia manantera (…) En 1995, servidor de ustedes, le despierta la inquietud por probar las trabajaderas de la Madre del Amor, convirtiéndose en su ferviente hermano costalero hasta que Madrid y sus responsabilidades profesionales le dijeron el “¡Ahí quedó!” (…) En 1998 ingresa en “El Juicio de Salomón y Las Tres Marías”, de la que formamos parte toda la familia y donde se siente plenamente identificado y realizado por confluir en esta sus afectos cuarteleros y cofrades”.
En lo profesional destacó sus estudios en Córdoba como Ingeniero Técnico en Electricidad y Electrónica con calificaciones brillantes y su actual puesto de responsabilidad como Director de Energía en la multinacional holandesa Imtech.
Palabras éstas que emocionaron a Pedro y que durante su intervención agradeció con unas, también, emotivas palabras para su hermano Alfonso: “Gracias querido ALFONSO, hermano, Eres un señor y honras este atril como honras a todos nosotros cuando disfrutamos y compartimos de tu gran conocimiento y enorme sabiduría. No puedo ni debo ser objetivo hacia ti. Te quiero como eres y como tienes que ser, eres bondad, amistad y ternura, y como muy bien sabes aquí me tienes por siempre y para siempre. MUCHAS GRACIAS HERMANO.”
Nuestro Pregonero comenzó con las palabras de un encendido enamorado hacia su amada, la Villa de Puente Genil y que resumió con este poema, bellísimo, lleno pasión y amor:
Soy, mi amor, lo que queda de un abrazo
El vaivén de tibias manos en la cuna
Ese gozo que cabe en tú regazo
Cuando un niño está rezándole a la luna
Soy un hombre feliz porque te amo
Porque espero que tu entraña se entreabra
E ir sembrando, quedamente, tramo a tramo
Tanto amor recriado en mi palabra
No me mueve más la risa que el lamento
Ni a ti la multitud. Una cuadrilla
Te es bastante, te sobra, te da aliento
Soy la sombra, Tú la luz,
eres PUENTE GENIL,.
Como no podía ser de otra manera, el pregonero expuso sus sentimientos como ausente de su pueblo, pues reside en Madrid junto a su esposa, de su Semana Santa y definió, con la destreza de un maestro de la palabra, sus ideas de la nostalgia y la ausencia: “Por esta razón, nuestra actitud siempre que vivimos estos momentos tiene que ser totalmente abiertos a disfrutar el momento en total plenitud. Podemos prepararnos para percibir todas estas cosas especiales que suceden a nuestro alrededor, entrenarnos en abrir todos los sentidos para que esos momentos especiales perduren en nuestra retina, cerebro y corazón”.
“Cuando estamos disfrutando de nuestras tradiciones, en nuestro pueblo, nuestros cuarteles …. Debemos de desconectar ese “piloto automático“ que, en ocasiones guían nuestra vida, ya que, nos pasamos la vida esperando a que se presente las condiciones ideales para poder disfrutar. De este modo, perdemos muchas oportunidades de disfrute en el presente, esperando unas condiciones que posiblemente nunca se den en su totalidad y esto es lo que suele pasar de alguna forma a los que vivimos la ausencia. Aunque hoy en día, este sentimiento de ausencia está más amortiguado , gracias en gran medida al gran avance de las comunicaciones” .
Con la fuerza de los poseedores de la razón y la sinceridad, Pedro González recitó unos poemas que ayudaban a poner de manifiesto sus vivencias mananteras y de esta forma hizo el camino verbal por los pilares que sustentan su bagaje de la vida y de la Semana Santa. Nos habló con pasión y sentimiento de “La Cofradía de la Santa Cena” y de “María Santísima del Amor”: “Una luz me sobreviene cada Lunes Santo, cuando tú, Señora del Amor , te conviertes en un velero de amor que navega sobre las calles de Puente Genil. Cuando te asomas a encontrarte con esas hebras de sol de media tarde en la Puente, donde tantos corazones abiertos te esperan , y que parecen huir del pecho. Te esperan pupilas llenas de cal y un cielo de zafiro por el que revolotean bruscamente, como un tijeretazo sobre el agua, un puñado de aves de primavera. Como todos los años, siempre estaré a tu vera, Señora”.
Verdaderamente emocionado nos platicó de sus dos Lunes Santos más importantes. Uno cuando fue Hermano Mayor del paso de María del Amor y que interpretó como un regalo de Dios y el otro, el único Lunes Santo que ha estado ausente de Puente Genil y que fue cuando junto a su esposa, Lourdes Rivas, recibieron otro regalo de Dios en su hijito Pedro y que nació a la misma hora en que su Virgen salía de su Templo aquel Lunes Santo.
Profundísimas y plenas de cristianismo sus palabras al pregonar de la Santa Cena, haciendo que entre los que teníamos la fortuna de podérselas oír removiera y renaciera nuestros fundamentos cristianos: “Así fue instituido el sacramento de la Eucaristía con la sustancia de pan y vino. La sustancia de pan y vino se convierte real y verdaderamente, en el cuerpo y la sangre del Señor. Todo esto lo podemos ver como sucede cada lunes Santo por las calles de la Puente, donde se produce una verdadera EUCARISTÍA. La comunión bajo la especie de pan, fruto de la tierra, significa el conocimiento de los misterios de la vida telúrica, la posesión fraterna de los bienes de la tierra y la perfecta unión con los hermanos.
En otro grado, el vino que también es fruto de la tierra y del trabajo del hombre , es la sangre espiritual de los bienes celestes , la participación de los misterios espirituales del hombre con la ciencia divina; ambos son la fuerza de Cristo y de su sacrificio; la cadena del Amor invisible pero intangible entre ÉL y los suyos.”
Habló, también de su corporación, “El Juicio de Salomón y Las Tres Marías”, de sus experiencias dentro del cuartel, con la corporación en grupo y con cada uno de sus hermanos individualmente para quienes dedicó palabras cariñosas, respetuosas y de admiración pera los que le han precedido y de apoyo y ofrecimiento para los que le acompañan en la actualidad.
Muy hondo fue el momento en que Pedro invitó a compartir el atril pregonero a su hermano Francisco González y a su hermano político Alfonso Morales con el que compartió una cuartelera profunda y sentida. Por último, y refiriéndose, por supuesto a la Semana Santa de Puente Genil, sentenció: “POR TANTO, Somos los protagonistas de lo que nos está sucediendo y de lo que vamos a hacer con nuestra vida.
Cada momento es especial, nos pertenece y posiblemente lo que hagamos también pueda influir en la vida de otros.
AMIGOS Y HERMANOS TODO ESTÁ EN NUESTRAS MANO. ES TIEMPO DE ACCIÓN, NO HAY TIEMPO QUE PERDER.”
Sobrecogidos por el impactante pregón pronunciado por nuestro hermano Pedro, los asistentes, puestos en pie, refrendaron la acogida de sus palabras con un largo y encendido aplauso. Un Carlos Mora emocionado le dio las gracias en nombre de los asistentes y nos invitó a que, a continuación, subiésemos hasta el restaurante el Torreón como si de una pontana subida de romanos se tratase, con la uvitas y cánticos pertinentes. Así tratamos de hacerlo, mas la lluvia se encargó de que el ritmo de las cajas con redobles romaniles fuesen más bien de “paso ligero”.
Pero esta inoportuna lluvia no fue óbice para que, una vez a resguardo, disfrutásemos de una noche de “cuartel” de esas que llamamos de encuentro entre corporaciones puesto que a los hermanos de la Manantera asistentes se sumaron los hermanos del Juicio de Salomón que haciendo un extraordinario pero sincero y cariñoso esfuerzo, se habían llegado hasta Madrid para participar con su hermano Pedro en su Pregón manantero. Su Presidente, Francisco González, con el ameno y buen decir que le caracteriza, explicó que es la tercera vez que “se veía obligado, con gran placer” a tener que asistir a esta celebración puesto que tanto su hijo Francisco González Martos, como su yerno Alfonso Morales habían antecedido, como Pregoneros de la Semana Santa de Puente Genil en Madrid, a su hijo Pedro, lo que le hacía sentirse muy orgulloso. En recuerdo de este acto entregó a la Asociación un magnífico cuadro en cerámica de Nuestro Padre Jesús Nazareno que emocionó a todos los que pudimos tenerlo en nuestras manos. La Manantera correspondió con un cuadro hecho a plumilla de la emblemática Puerta de Alcalá.
Poesías, Cuarteleras, “Alondras y Ruiseñores”, “Madre del Amor” fueron algunas de las canciones que tuvimos la suerte de disfrutar. Otro momento entrañable fue el canto del himno de los ausentes, puesto que pudimos contar, a la hora de entonarlo con la presencia del autor de la letra que apoyada en la primera parte de la marcha “La Matraca” sirve como signo de identidad para los que estamos residiendo fuera de Puente Genil. Nunca serán suficientes las formas para agradecer a José Manuel Reina, su autor, tan gran regalo a todos los pontanos.
A la hora de leer el Evangelio, el hermano José Castilla, como decano de la señera corporación “El Juicio de Salomón, cumplió con tan pontanés protocolo. Y a la hora de quitarle la pata a la Vieja Cuartelera, el Presidente de la Asociación se la ofreció al Pregonero, al tiempo que le hacía entrega de la metopa recordatoria de la publicitación de tan memorable Pregón. Pedro González, entregado y emotivo, invitó a su padre a que le acompañara en tan cuartelero momento. También la Asociación tuvo a bien entregar, por los méritos que le acompañan, entre ellos, la entrega sin condiciones, siempre que se le reclama, a la Asociación manantera, la Campanita de Plata a Francisco González.
Una noche para recordar: Pregón sincero, profundo, cristiano, manantero; El Juicio en Madrid; La Manantera con ellos y Jesús Nazareno entre todos. Lo dicho, para recordar.
Un abrazo.
autor: Manuel Ángel Borrego Moreno. Madrid.
Fotos: Jorge Orestes García
Enhorabuena Pedro, has conseguido que nos sintamos los verdaderos protagonistas, sentir que el ausente esa noche estaba en Puente Genil. Ha sido una noche embrujada, impregnada por la esencia del manantero. Gracias..... y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarReiterarme en la felicitación a mi HERMANO Pedro por este regalo emocional a sus hermanos de la manantera y a todos los que tuvimos la suerte de participar del momento inolvidable de su pregón. Gracias por habernos hecho sentir en Puente Genil cuando medio millar de kilómetros nos separaban de esta Bendita Tierra y por entregar Nuestro Pueblo, abierto desde el corazón, a cuantos no pueden gozar de pisar este terruño amado cuando más lo necesitan.
ResponderEliminarBuen Pregon, Buena subida de Romanos, y buen cuartel. el que formamos el sabado dia 26/03/2011.
ResponderEliminarAgradecer a Pedro Gonzalez, el hacernos participe de sus vivencias mananteras( pregon ameno y cargado de sentimientos), y darle las gracias al juicio de Salomon,por compartir con nosotros, Pregonero, Mesa y mantel( un sabado repleto de emociones) GRACIAS
De nuevo esta Junta Directiva supera todas las barreras de dificultad y organiza un pregón y un sábado cuaresmero de nivel. Gracias a todos por todo el trabajo realizado.
ResponderEliminarPedro, creo que Manolo Borrego ha plasmado el sentimiento de toda la Manantera, por la carga de profundidad de sentimientos derramados este sábado.Gracias por todo el esfuerzo realizado durante un año para que tus paisanos difrutásemos
de un auténtico Pregón de Semana Santa.
Gracias a todos por vuestra asistencia y si algo salió mal, en vuestra opinión, dicídnoslo.
Mira que se revisan las cosas, pero no hay manera: de ahora en adelante, Dolorcitas Soria Logroño, antes Vieja Cuaresmera, será por aquello de "los duendes de la imprenta", la Vieja Cuartelera. No, si ya te digo.
ResponderEliminarLo dicho, Pedro. Un abrazo.
Vaya pedazo de pregón, desde luego ya se ha dicho todo sobre el pregón y el pregonero,y el magnifico sábado que pasamos con la gente de la Manantera son superacogedores y te hacen sentirte como en casa, ¿que mas pruebas quiere la Agrupación de Cofradias para darle el Pregón de semana santa? en el Jucio de Salomon 4 pregoneros, pero todos en Madrid en la Manantera, pero claro dice el refran que nadie es profeta es su tierra...un saludo y un beso a mi Hermano Pedro yo tambien te quiero mucho. Mariola
ResponderEliminargracias PEDRO, por el magnifico pregon que al oirlo entre las paredes del entorno de la iglesia de el PARDO, a los que no somos de PUENTE GENIL nos sentimos pontanos hasta la medúla y nos hace sentir que estamos viviendo en las callles de vuestro pueblo, que pena que aún hay algunos pontanos que no saben apreciar lo que es un acto de esta envergadura, lastima por ellos, gracias a los hermanos de EL JUICIO DE SALOMON, por convertir en la distancia y compartir con nosotros ese cuartel tan maravilloso y esa subida de romanos apretadilla por la lluvia, una vez mas la asociación ha demostrado que saber confeccionar un evento, gracias a todos. chechu.
ResponderEliminarno preocuparos sin desmerecer a nada ni a nadie hace dos años el pregon para la espina, el año pasado para el botellón, este año para la corona, que digo yo que el año que viene se lo den al centurión, y despues vuelta a empezar eso sí por la Judea..y así las generaciones venideras nos iremos retroalimentando con lo de siempre, con los de siempre y con la semana santa de unos poco, que seía de nosotros sin las enseñanza de los guardianes de la tradición más "súblime", se ve que esta agrupación de cofradías a pesar de todo lo bueno que se ha hecho, todavía no se han podido desligar de los que siempre han mandado en las sombras, seremos alguna vez valientes en este pueblo y que todos se den cuenta que la semana santa de Puente Genil empieza en la Estación y termina en La Carraca, y que no somos como los suizo que hay que tener 3 generaciones de sangre pura para ser dignos merecedores del legado de la tradición, en fin ha cambiado mucho todo, deo gracias, pero no tanto...enhorabuena
ResponderEliminarNo se puede tener más clase y más poderío, sois una familia fantástica, manatera, católica y cofrade por los cuatros costados...a todos quién os conoce honrais con vuestra amitad...¡ Viva la Familia González -Martos¡ ¡ Viva el Jucio de Salomón y las Tres Marías ¡
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