lunes, 4 de marzo de 2013

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE PUENTE GENIL EN MADRID


Cuarta subida de Romanos, “Diablo Mudo”. Con el buen sabor de boca que nos había dejado el fin de semana anterior todavía paladeándolo, nos sumamos a otro de los emblemáticos actos que la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid organiza anualmente y que cuenta con una importantísima trayectoria plasmada en nuestras revistas y libros conmemorativos de nuestras efemérides y, por supuesto en la memoria y en los corazones de los miembros de la Asociación que tenemos la suerte de poder asistir a dichos actos.
Fue el día 2 de marzo cuando, a las 20’30 horas, nos reunimos para disfrutar del Pregón de la Semana Santa de Puente Genil en Madrid. Como viene siendo tradicional ya a estas alturas de nuestra trayectoria vital, nos reunimos en la Iglesia de El Cristo de El Pardo para disfrutar como disfrutamos de la siempre importante palabra de nuestro hermano fundador José Manuel Reina López. El acto comenzó con las palabras de bienvenida de nuestro presidente Carlos Mora Hervías y que se expresó de la siguiente forma: 
Buenas noches y bienvenidos todos.
Todavía impresionado por el magnífico fin de semana de peregrinación vivido en nuestro pueblo el tercer sábado de cuaresma, nos encontramos en este incomparable marco de El Cristo de El Pardo, que una vez más nos acoge y nos proporciona el marco ideal para la realización de nuestro Pregón de Semana Santa. Gracias hermanos capuchinos  por abrirnos vuestras puertas un año más.
Gracias a todos por vuestro apoyo en la comida de hermandad de las cuatro asociaciones de ausentes; los salones de santa filomena se convirtieron en el cuartel de la manantera y la conclusión final de tal evento fue la de repetir otros encuentros en próximas fechas que logren aunar y compartir el sentimiento de la ausencia que entre todos - amortigua la pena-.
La presentación de nuestra revista La Uvita, Libro conmemorativo del XXX aniversario de nuestra fundación, fue una experiencia irrepetible, por la cantidad de personas que acudieron al acto y sobre todo por la calidad de los contenidos vertidos en su interior. El quinto nº de la Revista, Libro conmemorativo, que viene a completar los cinco años que van del 2008 al 2012. Gracias a todas las autoridades, colaboradores y patrocinadores que han aportado su granito de arena.
Treinta años de manantera, que como dice en nuestra revista Miguel Jiménez, ex presidente de nuestra asociación, la manantera se ha perpetuado en el tiempo,  influida por el espíritu de sus fundadores. Claro que ha evolucionado, y en ese caminar, y gracias a la labor divulgadora de los mananteros de la asociación, se han ido integrando pontanenses de nacimiento, de sangre y de cariño, claro que sí, y nos enorgullecemos de ellos, pues gracias a ellos la asociación se nutre, pervive y sobrevive,…  Se echa mucho de menos la presencia en nuestros actos de muchos fundadores, de muchos pontanos de nacimiento y de muchos pontanos de sangre. ¡Claro que esta integración es importante! y no sólo primordial, sino necesaria, y que nadie dude que la motivación que hizo realidad nuestra fundación seguirá viva e  indisoluble, en el transcurso del tiempo defendiendo que, mientras viva una manantero en Madrid, la manantera de Madrid seguirá viva.
No nos echemos para atrás, no pensemos en “ ¡qué tengo yo que ver con las personas que actualmente forman la asociación!, es que no las conozco, es que no son de mi promoción . Pues sí que tienes en común, pues sí que las conoces, porque entre nosotros solo hay un hilo conductor de emociones y sentimientos que es el amor a Puente Genil y al Nazareno. Muchos NO pontanos nos dan lecciones de sentimientos manantero y pontanés a los que presumimos de haber nacido en nuestro pueblo. No se es más de la asociación, ni se quiere más a nuestro pueblo por salir más en las fotos, en los artículos o en las páginas de Internet. Ánimo y animo a toda la asociación porque vamos a por otros cinco años más, poquito a poquito, ojala que nos podamos ver como hoy.
Hoy lo que nos reúne aquí es el Pregón de nuestra Semana Santa y el  hombre que en este momento representa el sentimiento de la Asociación es un gran manantero, una gran persona, cofundador de nuestra asociación, y sobre todo autor de la letra de nuestro querido himno “Puente Genil de mi alma”. Pero mejor que yo presentará al pregonero su hermano de corporación Miguel Jiménez González, ex presidente de la asociación entre los años 1983 y 1988.
Querido José Manuel, hace treinta años pusiste la letra a nuestros sentimientos en nuestro querido himno, hoy nos has traído la palabra.
Después de esta introducción, y como había anunciado nuestro presidente, tomó la palabra Miguel Jiménez González, también fundador y expresidente de nuestra Asociación, como se había dicho. Miguel fue desgranando y pormenorizando los fundamentos más reseñables de nuestro hermano José Manuel, ya en sus aspectos más cotidianos, ya desde el punto de vista laboral, ya desde la perspectiva  manantera de nuestro pregonero. De esa forma pudimos conocer que José Manuel perteneció a la Cofradía de “El Cristo de la Misericordia”, a la Corporación Bíblica “Las Postrimerías del Hombre”, para posteriormente, ingresar en la Corporación a la que pertenece actualmente y que es “Judit y la degollación de San Juan Bautista”. Y de ese modo también pudimos conocer que José Manuel pertenece a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús nazareno y a la Hermandad de Nuestra Señora de la Angustias y de la que ha llegado a ser Hermano Mayor. Y del mismo modo pudimos conocer más datos del extenso y prolífico currículo  manantero del pregonero como el ya referido de fundador de nuestra Asociación Manantera a la que llegó como miembro del grupo de pontanos llamados “Los Ausentes” y que conformó uno de los  núcleos embrionarios de nuestra actual Asociación. A continuación de esta presentación hecha con un inmenso cariño, pues son muchos los años de amistad y hermandad que adornan a Miguel y a José Manuel, tomó la palabra nuestro Pregonero para regalarnos “Los Cuatro Pilares”, título de su discurso sobre nuestra Semana Santa. La Semana Santa Chiquita, la Cuaresma, el Cuartel y Nuestro Padre Jesús Nazareno fueron las cuatro columnas sobre las que fundamentó su palabra de José Manuel Reina. En un justo equilibrio inherente a su maestría en la composición literaria, nos entregó anécdotas de su vida manantera y poemas tanto de  su creación como de miembros de su familia, así como de los significados poetas pontanos. Con sus anécdotas supo transmitirnos la frescura y la naturalidad de unos inicios felices no sólo de su experiencia manantera sino también del nacimiento de esa aventura que fue la Asociación Manantera, hoy consolidada y cargada de ineludible historia. Con poemas como  “Ser manantero, hijo mío”,  nos sumergió en un mar de emociones y sentimientos propios de nuestra Semana Santa. Dejadme transcribir parte de su discurso con el que nos conmovió el  alma: “…Cuando al amanecer, el Imperio toca la Diana ante el Nazareno, un escalofrío recorre el aire de la Plaza del Calvario. Allí está el Terrible ante su pueblo y parece que de las huertas suben aromas nuevos, que el río Genil ha detenido su paso, para que los peces puedan ver el milagro de la presencia de Jesús. Los olivares, a lo lejos, relucen con los primeros rayos de sol, como si quisieran platear el brillo de sus benditos ojos o envidiando el brillo de su majestuosa Cruz de plata… Y mientras se van desgranando las notas de la diana. La multitud pontana se estremece, unos dan vivas al Terrible, otros lloran, otros ríen, pero todos, todos, están sobrecogidos ante la mirada de Jesús, que dirige sus ojos a todos los rincones de la plaza, a cada uno de los hijos que han acudido a recibirle”.
Y recorrió con su palabra la cuaresma pontana y el cuartel, su cuartel del Degüello, que bien podría ser, por las ideas claras y precisas pero plenas de emotividad que nos contó, mi cuartel, tu cuartel: el cuartel, en definitiva. Pero si todo el pregón puede calificarse como magistral tanto en su contenido como en la forma de dárnoslo, me permito destacar su cuarto cimiento: Jesús Nazareno. Sobre todo en el momento en que un alma, la tuya, la mía, se postra ante Jesús y quiere contarle sus avatares, sus alegrías, sus necesidades, sus penas, sus pecados, sus demandas. Difícilmente se podrá oír una oración tan bella como la que José Manuel nos entregó en ese momento.
En definitiva, que mi pobre verbo no puede hallar calificativos que pudieran describiros la altura de este magnífico pregón. Solo me sale una palabra que, aunque no sea capaz de dar una idea clara, si que devuelve, un poco, solo un poco, lo que es de José Manuel: Gracias, hermano Reina López por tan enorme regalo, por tan magistral discurso manantero, por cedernos, como cuando nos entregaste aquel poema que da sentido a nuestro himno, cuatro columnas de apoyo para nuestra memoria.
Con el público asistente en un cariñoso y encendido aplauso y puesto en pie se refrendó el hondo momento manantero que nos había regalado José Manuel con su palabra.


Poco a poco, después de darles la enhorabuena personalmente al pregonero y a su presentador, fuimos saliendo al exterior de la Iglesia para disponernos, al son del redoble del tambor, a participar de nuestra particular “subida” al Calvario. Y entre uvitas y saetas nos fuimos acercando al Restaurante “El Torreón” donde, después de una aperitivo con nuestras aceitunas, alcaparrones, morcilla y ochos, celebramos una cena de hermandad.


En ella, al inicio, nuestro hermano Antonio Mora dio la bienvenida a esa parte del acto a todos los asistentes y especialmente a los hermanos de la corporación Bíblica “Judit y la Degollación de San Juan Bautista” que esa noche, junto a sus esposas, acompañaban a su hermano José Manuel. Entre ellos se encontraba Fructuoso Sánchez que nos saludó, también, en nombre de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas de Puente Genil, de cuya Junta Directiva forma parte.


Y como esa noche los salones de “El Torreón” se transforman en dependencias cuarteleras y nuestra Asociación en Corporación, se llevó a cabo el mismo protocolo que en los cuarteles pontanos, y por eso se bendijo los alimentos por parte de nuestro hermano y Presidente de la Agrupación Cultural Amigos de Puente Genil en Málaga “El Incienso”, Jesús Pérez González y se leyó el pasaje evangélico perteneciente a la cuarta subida de romanos, “Diablo Mudo”, por parte del Decano del Degüello y socio fundador de la asociación Manantera, José Meral. Dimos a continuación un brindis por los hermanos y hermanas que queriendo venir no habían podido, recordando en ese momento a nuestro hermano Francisco Franco Maíllo que no pudo estar con nosotros y como nuestro Paco Franco es la persona que ha entonado, entona y entonará nuestro himno de los ausentes, fue en ese momento cuando se le ofreció a su autor, José Manuel Reina, que lo hiciese, pudiendo vivir todos los presentes otro emotivo momento más. A los postres, nuestro presidente Carlos Mora hizo entrega al Pregonero de una placa que recuerda la exposición de su Pregón de Semana Santa y a todos los hermanos  del Degüello que nos habían acompañado un obsequio confeccionado por los alumnos de la Asociación DISGENIL. José Manuel nos correspondió entregándole al Presidente de la Asociación un cuadro que contenía una impactante y emotiva carta del que fuera Secretario y “alma mater” de nuestra Asociación en sus inicios, José López. A continuación, quitó la pata correspondiente a nuestra Vieja Cuaresmera que adornaba una pared del salón que nos acogía, terminando así las intervenciones protocolarias del acto. A partir de ese momento se entablaron diversas tertulias entre los comensales que por encontrarse tan a gusto, se resistían a dejar la reunión. Pero no había más remedio, se acercaba la madrugada. Atrás quedaba una memorable noche en la que habíamos podido disfrutar de un Pregón sobrecogedor por su emotividad, memorable por su profundo mensaje y reconfortante por su belleza literaria. Pues lo dicho: gracias José Manuel Reina López por tan magnánimo regalo.

Manuel Ángel Borrego Moreno

1 comentario:

  1. una vez mas nos encontramos en ese rinconcito tan familiar al que nos tienen acostumbrados los hermanos franciscanos de EL Pardo,para oir un PREGON DE SEMANA SANTA, FABULOSO, ESPECTACULAR Y AL MISMO TIEMPO EMITIVO,no hay palabras para describir la sencillez, con la que se puede describir una semana santa y que calé profundamente en los corazones pontanos y no pontanos que asistimos al acto, que pena que como casi siempre hay hermanos que se lo han perdido, ellos veran,la subida al CALVARIO, como siempre al son de tambores y la luz de la bengala"artificial"y
    con las uvitas correspondientes nos dispusimos a conformar un "cuartel" aqui en MADRID, FRATERNAL, AGRADABLE Y ENTUSIASTA, Gracias hermanos de la JUNTA DIRECTIVA, POR LOS DESVELOS PARA UN ACTO TAN BONITO. chechú.

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