“Cuaresma es el Cuartel, nuestro mejor recinto, nuestra casa, son nuestros techos y nuestras paredes; nuestros cuadros, nuestros adornos, nuestros estandartes, las imágenes de nuestros titulares; es un habitáculo desordenado para poco tiempo después transformarse en una imagen perfecta toda armónica, preparada para ser ocupado por todos y cada uno de los hermanos. Todo ello integrado para ser testigos de comentarios, vivencias que se transforman en experiencias y sensaciones, que se van acumulando en nuestro interior”.
Queremos comenzar nuestra crónica de la celebración del Jueves Lardero en Madrid con estas palabras de nuestro pregonero y que pronunció en la Casa de Córdoba en esta ciudad que para nosotros se convierte, a veces en “nuestro recinto, nuestras casas, nuestros techos y nuestras paredes”.
La Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid cumplió, una vez más, con el mandato de su Asamblea General de celebrar aquellas fiestas más representativas de nuestro pueblo y en consonancia con nuestra naturaleza de “asociación manantera”. De este modo, y como consecuencia de que las distancias que aquí tenemos que solventar son un poco más dilatadas que las que disfrutamos en nuestro pueblo, nos vemos en la obligación de tener que trasladar nuestra celebración a un día que permita el disfrute de la actividad y que aumente el número de posibilidades de asistencia a los hermanos y socios que viven a esas distancias “dilatadas”. Por esto, el 25 de febrero, viernes, fuimos convocados para disfrutar, como así hicimos, con el Pregón de Jueves Lardero pronunciado por un pontanés de pro y que cubrió, con creces, las expectativas que a priori se suponían.