Pues tal vez tengas razón, que
las cruces son en mayo y ahora estamos en julio y que ya no es el momento para
colgar esta crónica. Tal vez tengas razón, pero, y sabiendo que cualquier cosa
que te dijera te sonaría a subterfugio, y conociendo que el tiempo teñirá con
la pátina temporal todo lo que te diga, el corazón no me dejará tranquilo si no
te cuento qué pasó en esos tres días para lo pocos, lo muy pocos, que asistimos
a la actividad propuesta por la Junta Directiva en la última Asamblea General
Ordinaria.
Supuso un experiencia plena de
sensaciones, vivencias, de incontables posibilidades de llenarte, de otra
manera y una vez más, de nuestro pueblo.
Y como te digo, una escasa
veintena de socios nos pusimos en camino para vivenciar algo de lo que nos habían
hablado y que queríamos percibir. Queríamos saber si era verdad lo que nos
contaban a cerca del estupendo ambiente que en esos días se inhala en Puente
Genil. Bueno, querido amigo, pues se quedaron cortos. Te lo cuento.